martes, 23 de febrero de 2016

TRATAMIENTO DE UNA RECIDIVA. CAPÍTULO 1

Día 1. Jueves 4/2. Empiezo la quimio a las 10.15. Sala individual con sillón cómodo para mi acompañante (mi inseparable Isam, por supuesto). Primero unas bolsitas de suero y otros líquidos para evitar las náuseas. Después el taxotere (docetaxel) durante más o menos una hora. Para retrasar la caída del pelo y favorecer el crecimiento posterior me colocan un casco de gel congelado que me hace sentir muchísimo frío.... Todo sea por estar bella. A continuación el carboplatino (esta vez sin casco) durante otra hora y para terminar una bolsita de suero para hidratar.
Salgo del hospital como nueva. ¡¡1er chute superado!!
Paso un día muy tranquilo y sin efectos secundarios de ningún tipo.









Día 2. Me colocan el portacath. Fácil y rápido. 
El oncólogo me ha recetado un antibiótico durante cinco días (ciprofloxacino) para que no se me infecte la herida del porta por la bajada de defensas que pueda causarme la quimio.
Además hoy empiezo con dexametasona 8 mg durante dos días para contrarrestar algunos efectos secundarios como las náuseas.
Sigo sin síntomas post quimio, aunque ya me advirtió el oncólogo que lo peor es entre los días 4 y 9.
Justo hoy me han confirmado que me han aceptado en el ensayo de Novartis. Ya no puedo entrar por haber empezado el tratamiento. Sigo pensando que mi decisión ha sido la correcta.

Día 3. Sin efectos secundarios. Hoy termino con la dexametasona. Durante el día me doy un par de paseos con mi familia (que es maravillosa). Me sientan estupendamente. El frío me despeja. Por la noche me noto un poco más cansada, pero nada que no se cure con meterse temprano en la cama.

Día 4. Me despierto como nueva después de dormir 10 horas. Paso la mañana en el Retiro disfrutando de un día de invierno soleado de Madrid de esos que tanto me gustan. La luz es especial. Por la noche empiezo con las inyecciones de Neupogen durante 5 días. Son para hacer trabajar a la médula y estimular la producción de defensas entre otros.

Días 5 al 8. No soy persona.
Los efectos de la quimio aparecen como estaba previsto. Los días se me hacen eternos. Tengo muchas molestias en el estómago, las piernas me flaquean, la cabeza me da vueltas, la lengua se me ha puesto blanca. Lo único que quiero es estar tirada en el sofá todo el día. No me acostumbro a sentirme así de mal. Soy una persona muy activa que siempre tiene que estar haciendo o pensando en hacer algo. Ahora no puedo ni con lo segundo.
El jueves termino las inyecciones de Neupogen. A partir de ahora estoy libre de medicación.

Día 9. ¡Buenos días! ¡He renacido!
Si alguien me dice que de la noche a la mañana iba a volver a ser yo le habría mandado a tomar Fanta. Pero ha sido tal cual. De 0 a 100. Cuando me metí anoche en la cama no tenía fuerzas ni para lavarme los dientes. Sin embargo hoy me he despertado como nueva, me he pegado un buen desayuno y me he ido a la calle como si nada hubiera pasado,

Días 10 y 11. Sigue la buena racha. Estoy en plena forma. Pensando pensando me doy cuenta de que los días malos han coincidido con las inyecciones, así que busco el prospecto y leo los efectos secundarios. ¡Voilá! Síntomas gripales, náuseas, diarrea o estreñimiento, astenia, debilidad, dolor de huesos, malestar general, fiebre y un largo etcétera. 

Día 12. Vuelvo al gimnasio.¡Qué ganas tenía! Todavía llevo los puntos del porta, así que no puedo hacer ejercicios muy bruscos. Curiosamente, el cirujano que me lo colocó me recomendó un programa de andar rápido en la cinta con el que se hace mucho cardio pero sin impacto. Todo esto en una conversación de quirófano. Mientras él hurgaba buscando la vena para pinchar el catéter yo le bombardeaba a preguntas: ¿puedo hacer deporte? ¿me puedo duchar¿ ¿cuántos puntos me vas a poner? ¿me has abierto por el mismo sitio que la otra vez? Si ya lo tengo dicho, o me sedan o no me callo.


Días 13 al 19. Hago vida completamente normal. Me cuido mucho para prepararme para la próxima sesión de quimio: voy a terapia, voy al gimnasio, doy largos paseos, como muy sano, bebo mucha agua, duermo mucho e incluso me he podido ir un par de días a esquiar (con permiso de mi médico de cabecera, por supuesto). La nieve ha sido la mejor terapia. Me ha hecho darme cuenta de que sigo en forma y de que ni el veneno ni el bicho han podido conmigo.




Día 20. Vuelvo al hospital después de tres semanas. Toca analítica. Mañana a las 10.00 tengo consulta con el oncólogo. Si los análisis están bien paso al hospital de día para el segundo chute.

A esta ronda invito yo.


7 comentarios:

  1. Hola!!! Al leer tu post me siento totalmente identificada contigo, yo también empecé el día 4 de febrero mi primera sesión pero no como recidiva sino como principiante, y los síntomas coinciden casi con los mismo días tuyos, la medicación la tengo muy parecida a la tuya. Y hoy 25 de febrero me han dado el segundo ciclo en el Marañón. Eso sí me gustaría hacer el deporte que haces tú, soy muy perezosa, solo de vez en cuando salgo a andar. Muchas felicidades por la fuerza que tienes. Un abrazo.

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  2. Hola Rosa. Casi coincidimos ayer, pero me han retrasado la quimio hasta el lunes porque tengo los neutrófilos bajos. ¿Qué tratamiento te están poniendo?
    Un abrazo y ánimo. Esto se pasa.

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  3. Luz hermosa. Te mando besitos y vamos que todo va a estar mas que bien!!!!��

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  4. Luz hermosa. Te mando besitos y vamos que todo va a estar mas que bien!!!!��

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