jueves, 23 de julio de 2015

REVISIÓN SUPERADA

He superado con éxito mi segunda revisión. Ya puedo respirar unos meses tranquila.

Esta vez sólo me ha tocado analítica y parece ser que los dos próximos chequeos también. Únicamente te hacen revisión radiológica completa una vez al año.

Cometí el error de sacarme sangre tres días después de la cirugía. Luisa, quien además de ser mi psicóloga es médico, me dijo que los marcadores podrían verse alterados por la operación y que tendría que haberme sacado sangre antes. Me entró el tembleque y empecé a comerme la cabeza. ¿Y si los marcadores me salen altos? ¿Cómo saber si es por la operación o porque el bicho ha vuelto? Tendré que repetirme los análisis dentro de unas semanas y eso hará que esté todo el verano con ese "come come". Maldita sea, ¿es que no puedo pasar unas vacaciones en paz?

Y como la curiosidad mató al gato consulté el resultado de la analítica online antes de ir a ver a la oncóloga. Sólo miré los malditos marcadores CEA y CA15.3. Ufffffffffffffffffffffffffffffff.... todo bien. Menos mal.

Cuando llegamos a la consulta me encontré a nuestra querida enfermera Encarna. Y le conté toda contenta mi proeza de haber mirado los análisis y de tener unos marcadores de sobresaliente. Me echó una bronca que ni mi madre cuando me regaña. Eso no se hace, los marcadores no son el único medidor, a veces dan falsos positivos o negativos, para qué mirarlos si no sabes interpretarlos, no se te ocurra volver a hacerlo... y toda una serie de reprimendas que soy incapaz de repetir. 

Entré a la consulta con las orejas gachas y entonando el mea culpa. La doctora me dijo que estaba todo muy bien, que pasara un feliz verano y que volviese en octubre o noviembre. 

Yo era incapaz de articular palabra porque todavía estaba digiriendo el rapapolvos de Encarna. Entonces Isam, que es mucho más sereno que yo, preguntó si la próxima revisión era sólo una analítica como esta vez. Ante la respuesta afirmativa yo reaccioné y pregunté de qué servían los marcadores si a veces no indicaban nada, si yo cuando tenía el tumor los tenía bien. La oncóloga nos explicó que hay muchos más datos en una analítica que pueden indicar que algo no va bien y que eso de jugar a ser médicos es cosa de niños. 

Mañana vacaciones y a otra cosa mariposa. Feliz verano. 

domingo, 19 de julio de 2015

CURAS, JAMACUCO Y DRENAJE

Hace doce días que me operé y todavía llevo el dichoso drenaje colgando. 

En términos generales el postoperatorio está yendo muy bien salvo un pequeño imprevisto que por suerte sólo quedó en un susto. 

Dejé los analgésicos al cuarto o quinto día y no he tenido ningún dolor desde entonces. El antibiótico en cambio lo tomé durante más de una semana y me sentó fatal. Tan mal tan mal que el martes pasado me dio un jamacuco en el hospital. 

Llevaba ya varios días yendo al baño con más frecuencia de lo habitual y pensaba que era normal con este calorazo que está haciendo. Fuimos a enfermería a hacerme una cura. Me vio el cirujano y me dijo que estaba todo fenomenal. Cuando estaba bajando de la camilla para marcharme empecé a sentirme mal y me tumbé. Estaba muy mareada y tenía muchas ganas de vomitar. Me tomaron la tensión (que estaba un poco baja, pero nada alarmante) y me pusieron vendas empapadas en alcohol en la nariz para ver si reaccionaba.

De repente tuve frío, mucho frío. En la calle el termómetro no bajaba de los 40 grados y yo estaba tiritando. La enfermera desesperada pidió que me llevaran a urgencias y me pasearon por todo el hospital en una silla de ruedas temblando como un flan. Algo de lucidez debía quedarme porque pensaba en como me estaría mirando la gente y comentando "pobrecilla, mírala, hay que ver que mala cara tiene, qué le pasará... ".

En el box de urgencias me trataron como a una reina. La doctora apareció enseguida. Me enchufaron suero con glucosa, me hicieron una analítica, me tomaron la tensión, un electro y todo lo necesario para diagnosticar una bajada de tensión y deshidratación por un desorden intestinal causado por el antibiótico. 

Una hora después de entrar en urgencias salí como nueva y con un hambre que devoraba. 

Para terminar hablaré un poco del drenaje, esa simpática botellita que me acompaña a todas partes. He ido ya cuatro veces al hospital a ver si me lo quitan, pero siempre tiene algo de líquido y me aconsejan llevarlo unos días más para evitar un seroma. 

Así que aquí me ando con la litrona a cuestas. A ver si mañana hay suerte y me desenchufan.

martes, 7 de julio de 2015

MASTECTOMIA PROFILÁCTICA PREVENTIVA

Ayer por fin me quitaron el pecho izquierdo. Y digo por fin porque llevaba esperando este momento desde que me operaron el derecho.

Llegué al Hospital de Torrejón a las 0730 de la mañana y enseguida entré a la sala prequirúrgica. No estaba nada nerviosa, estaba contenta. Tuve la precaución de avisar para que no me pincharan ni me tocaran el brazo derecho (por la posibilidad de linfedema), así que la vía me la pusieron en la mano izquierda y el medidor de tensión en la pierna.

Miré el reloj cuando me estaban poniendo la mascarilla para dormirme. Eran las 0845. Cuando volví a mirarlo estaba en reanimación. Eran las 1245. Isam estaba en la sala de espera desesperado. Nos habían dicho que la operación duraría unas dos horas y estuve casi cuatro en el quirófano.

Cuando me desperté estaba animadísima. Creo que entre la borrachera de la anestesia y la alegría de saber que todo había ido bien no coordinaba mucho. Empecé a hacer chistes a las enfermeras (por sus caras no les debían hacer mucha gracia) y a preguntar incesantemente cuando me subían a planta. Tardaron 3 horas porque no había habitación. Los hospitales públicos son como los hoteles tipo resort de vacaciones, están siempre llenos y todos los huespedes hacen late check out.

Tengo el pecho vendado y no puedo ver como ha quedado, pero confío en las manos de Lorenzo Rabadán, cirujano y coordinador de la unidad de mama del hospital. Me dijo que habia intentado que la nueva mama sea lo más parecida a la otra, pero que la vieja estaba encapsulada por la radioterapia y habría que cambiarla en unos meses. Y yo que pensaba que era normal que estuviese así de dura...

He pasado mi primera noche. El pecho me duele como si me hubieran dado una paliza, pero es normal después de haberme estado hurgando la zona durante cuatro horas.

Espero que hoy me den el alta. El doctor me ha dicho que empiece ya con la rehabilitación, así que en un par de días me voy al fisio a que me ayude con el drenaje.

Veranito con pecho nuevo y en su sitio. I'm a barbie girl in a barbie world. Life in plastic, it's fantastic!!!


lunes, 6 de julio de 2015

OTRA QUE SE VA

Desaparece la izquierda. Y no me refiero a la de Felipe González o Zapatero, sino a mi teta. 
La zurda, la sana, la que aguantó, la que no se dejó contagiar, la que quedaba solita.

Y se va porque yo lo he decidido así, porque creo que elimino riesgos de que la enfermedad vuelva a aparecer. Puede asomar por otros sitios, pero no por la mama. Y estoy segura de mi decisión y muy contenta con lo que voy a hacer.

Así que una vez más entraré a la operación sonriendo, porque sé que después de la siestecia en el quirófano el resultado va a merecer la pena. 

No me tengo que olvidar de pintarme con lápiz de ojos el brazo derecho: "no pinchar aquí. Posible riesgo de linfedema". No vaya a ser que se equivoquen y salga con el brazo como una morcilla.

Me voy a dormir. Mañana a las 07.30 me esperan en el hospital de Torrejón. Gracias a todos los que habéis llamado hoy para darme ánimos porque eso demuestra que me queréis. Y a mi me gusta mucho quererme y que me quieran.

#yomemimo