miércoles, 20 de mayo de 2015

MINDFULNESS

Hace dos semanas empecé un curso de Mindfulness. Wikipedia define el término así: 

Mindfulness o 'conciencia plena' consiste en prestar atención, momento por momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por "aceptación" -una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no-. El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con la normal ruminacion acerca del pasado o el futuro.  

Al leerlo puede sonar raro, pero se trata simplemente de tomar consciencia de uno mismo, del cuerpo, los movimientos, las emociones, los pensamientos... sin preocuparse y sin juzgar.

Cuando vi el curso anunciado en la revista de Ecocentro enseguida me llamó la atención. Ya había leído algo sobre el tema, y mi cuñada y mi hermano lo practicaban de vez en cuando por su cuenta. Así que llamé a la monitora para consultar.

Mi objetivo era conseguir enfrentarme al miedo y a la ansiedad que me genera la posibilidad de una recidiva. 

Cuando hablé con Ana Arrabés y le pregunté si el mindfulness podría ayudarme, encontré a una persona que se había enfrentado a una leucemia y un trasplante de médula siendo muy joven. Tras superar la enfermedad, conoció el método MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) creado por Jon Kabat-Zinn y desde entonces se dedica a impartir cursos a gente que, como yo, quiere aprender a convivir con determinadas situaciones de estrés.

Estas semanas hemos estado haciendo escáner corporal. Ayudada por un archivo de audio con la voz de Ana y durante 45 minutos diarios, intento recorrer mi cuerpo de forma consciente y atender a las sensaciones que esto me provoca. Aunque de vez en cuando me desconcentro porque la mente se distrae, es sorprendente el estado de relajación consciente al que se llega.

Lo que todavía no he sido capaz de averiguar es como esta forma de "vivir el presente" va a ayudarme a aceptar mis miedos y a disminuir mi preocupación por lo que pueda pasar en el futuro.

Pero para eso todavía quedan 7 clases y muchos días de práctica consciente.

http://es.wikipedia.org/wiki/Reducci%C3%B3n_del_estr%C3%A9s_basada_en_la_atenci%C3%B3n_plena

lunes, 4 de mayo de 2015

DESPUÉS DE LA TEMPESTAD

Después de la tempestad siempre llega la calma. 

Pasados los nervios y el estrés de la primera revisión, estoy en un momento de tranquilidad donde por momentos consigo olvidar todo lo que ha pasado y retomar con mi marido los planes que quedaron estancados por la enfermedad.

Atrás quedaron las semanas en las que iba la hospital casi todos los días. Ahora voy de vez en cuando porque estoy preparándome para la siguiente cirugía, la de la otra mama. Ya he contado en algún post anterior que tras estudiar las distintas opciones, he decidido quitármela y ponerme una prótesis igual a la de la mama derecha. Con esto no sólo consigo una delantera simétrica y bien colocada, sino que también elimino un tejido mamario que en mi caso no me ha dado más que problemas.

Mi oncóloga no es partidaria que "quitar por quitar" como ella dice, pero la decisión final es del paciente y yo ya la he tomado.

Desde el principio estaba convencida de que este verano luciría pecho nuevo en la playa, pero hubo un momento en que pensé que tendría que esperar hasta septiembre, cosa que no me apetecía en absoluto. En una de las visitas pre cirugía, el cirujano dijo que mis defensas estaban bajas y que así no me operaba. Me derivó a la consulta del hematólogo para que diera su opinión. La doctora no sólo resultó ser un encanto, sino que además no le dio ninguna importancia al tema y pautó que me pusieran un antibiótico durante la operación.

Así que estoy esperando a que me llamen para darme fecha para principios de junio. Estoy convencida de que todo va a salir bien y que pronto habrá concluido otra importante etapa. Después quedará la reconstrucción del pezón de la mama mala y, en función del resultado del test genético, la extirpación de los ovarios y las trompas.

Pero vamos pasito a pasito.

Mientras espero la llamada para la cirugía sigo con mi rutina del deporte (el zumba es mi medicina), la comida sana y la rehabilitación. La movilidad de mi brazo ya es prácticamente total.

Este post es para María, otra luchadora a la que mañana le sacan el bicho. Muchos besos.