martes, 26 de abril de 2016

QUIMIOTERAPIA: EFECTOS SECUNDARIOS

Seguro que muchos se acuerdan de aquellas dos palabras que nos servían para cambiar cromos en el patio del colegio: SILE y NOLE. Ahora que lo pienso suena fatal tanto leísmo, ¿no? "Sí le tengo, no le tengo". En fin...

Últimamente estoy muy vulnerable y tengo constantes cambios de humor, lo que me hace discutir a menudo, especialmente con las personas más cercanas. He pensado que estos vaivenes pueden deberse a la quimioterapia, de la que dicho sea de paso estoy bastante harta.

Google me ha dado la razón. He aquí una lista de los efectos secundarios más comunes de la quimio y su incidencia en mi. Como si de un juego de cromos se tratase.

  • Astenia: sile
  • Náuseas: sile
  • Vómitos: nole
  • Mucositis (acidez): sile
  • Diarrea: sile
  • Estreñimiento: sile
  • Fiebre: nole
  • Alergia / hipersensibilidad: nole
  • Toxicidad cutánea: nole
  • Toxicidad en las uñas: nole
  • Alopecia: sile
  • Fotosensibilización: nole
  • Toxicidad renal y de las vías urinarios: nole
  • Toxicidad neurológica: nole
  • Toxicidad cardíaca: nole
  • Toxicidad pulmonar: nole
  • Embolia: nole
  • Disfunciones sexuales: sile
  • Alteraciones en los órganos de los sentidos: sile
  • Toxicidad hematológica (neutropenia, anemia, leucopenia, trombopenia): sile
  • Trastornos cognitivos (ansiedad, depresión): sile
  • Trastornos del sueño: sile

En cuanto al tema que me más me preocupa (el de mi bipolaridad transitoria), esto es lo que he encontrado:

Efectos en el estado de ánimo

Vivir con cáncer causa estrés y afecta el estado de ánimo. El tratamiento cambia muchas de las funciones normales del cuerpo causando malestares que no existían antes, incluyendo fatiga. Es normal que el paciente se sienta:
  • Débil o vulnerable
  • Asustado
  • Triste o deprimido
  • Solo
  • Ansioso
  • Frustrado
  • Enojado
Que me perdonen los que tienen que hacer de tripas corazón para no pegarme un grito por mis malas contestaciones y mis caras de asco. Les debo un GRACIAS de todo corazón. 

Pero les pido también que me comprendan. Me han tocado unos cromos que nadie quiere cambiar y me he quedado sola en el recreo.

miércoles, 20 de abril de 2016

TRATAMIENTO DE UNA RECIDIVA. CAPÍTULO 3

Esta vez he empezado con muy buen pie.

Día 0 - lunes 28.03. Analítica. Como soy bastante previsora y se que aquello se pone de bote en bote madrugué y llegué al hospital de día a las 07:50. Cuando empezaron a llamar eran, como siempre, las 08:30. Allí no cabía un alfiler. El panorama era previsible después de cuatro días de fiesta por semana santa. Menos mal que al que madruga Dios le ayuda y pude salir de allí a una hora más que prudente.
Cuanto enfermo de cáncer... Qué horror.

Por la tarde tocó TAC para ver la evolución y la respuesta del tumor a la quimio. Otra vez overbooking. Parece que los atascos de vuelta de la semana santa no sólo afectan a las carreteras. En fin...

Día 1 - martes 29.03. Onco y quimio.
Tenía cita con el Dr. Martín a las 09:00 para los resultados de la analítica y el TAC. Si todo estaba bien ese mismo día me darían mi tercera quimio.
Me acompañó mi santo padre y tuvimos que esperar (oootra vez) más de una hora y media porque el Doc estaba en una reunión. Cuando por fin pasamos a la consulta toda la espera había merecido la pena. Los resultados del TAC eran de sobresaliente, el bicho está desapareciendo y las imágenes son una buena prueba de ello.
La analítica estaba bien también. Mis neutrófilos estaban en 1.6 (la vez anterior 0.8), así que podía darme la quimio ese mismo día. Estoy cada vez más convencida de que la bioenergía está ayudando. Gracias Marta por el descubrimiento y gracias Víctor por la dedicación que pones en cada sesión y la paciencia con la que respondes a todas mis preguntas.

17:30 - quimio. Menos mal que otra vez me dieron salita individual con sillón para acompañante, porque esta vez fui con mi madre y así pudimos charlar, ver la tele y echar una cabezadita. A las 21:00 salía del pabellón de oncología del Gregorio Marañón por la puerta grande.

¡¡¡¡Ooooooooolé!!!



Días 2, 3 y 4. Se repite el esquema de las veces anteriores. Todo en orden salvo molestias estomacales y un estreñimiento que me tiene amargada. Necesito limpiarme por dentro y eliminar el veneno, pero no lo consigo. 

Días 5, 6... Empieza la caída física y anímica. Mi único consuelo es que los días que estoy mal como lo que me apetece y todo lo que mi dieta hipermegasana me prohíbe (excepto azúcar y carrne roja, eso nunca): queso, hidratos de carbono en todas las comidas, un poquito de jamón, alguna que otra picadita de patatas fritas, una tapita de paella si cae en mis manos... En definitiva, cuatro o cinco días en los que me alimento de lo que me pide el cuerpo sin privarme de casi nada.
No es que con estos pecadillos la quimio sea más llevadera, pero es una pequeña licencia que me proporciona un enorme placer.
Lo que peor llevo es la acidez. Creo que ya lo he mencionado en algún post anterior, pero es que me amarga todas las comidas. El médico me ha recomendado omeprazol. Voy a ver si con eso mejoro un poquito.

Creo que esta es la vez que peor me ha sentado el veneno. Me ha afectado muchísimo al estómago y al estado de ánimo. Estoy de bajón, triste y me siento sola. No veo el momento de terminar con esta tortura.

Día 10 y sucesivos. Ya pasó lo peor. Es como las veces anteriores, te acuestas hecho un despojo humano y te levantas como si no hubiera pasado nada.

Y dicho esto voy a disfrutar de estos diez días de tregua. 

La próxima la cuarta. Ya veo la luz al final del túnel.


lunes, 4 de abril de 2016

BIOENERGÍA / BIOFEEDBACK

Los que me conocen y me siguen de cerca en este proceso saben que soy muy devota de las terapias complementarias para ayudar en el proceso de curación: alimentación, baños de sal, medicina natural, etc.

Fue mi querida princesa guerrera Marta la que introdujo el término bioenergía en mi abanico de opciones terapéuticas. 

Nuestro cuerpo, al igual que todo lo que nos rodea, es energía. La bioenergía humana se crea cuando se comunican la energía de nuestro cuerpo y la de nuestro entorno afectándose recíprocamente.

La salud, el estado de ánimo, las emociones... todo nos influye bloqueando los campos energéticos correspondientes y produciendo un desfase entre el interior y el exterior. La terapia de bioenergía consiste en equlibrar esas energías y devolverle al cuerpo su fuerza natural para defenderse de las agresiones externas. 

El biofeedback se aplica en multitud de patologías: astenia, depresión, insomnio, migraña, déficit de atención, enfermedades del sistema inmunológico... Dependiendo del problema a tratar se aplica un programa u otro.

En mi caso, y en el de las princesas, el tratamiento es para fortalecer el sistema inmunológico y situarlo en niveles óptimos para poder recibir las quimios. Al llegar a la consulta Víctor (que es nuestro gurú de la bioenergía) te coloca unos electrodos en la frente, muñecas y tobillos. A partir de ahí mediante ondas electromagnéticas empieza a restablecerse el equilibrio. Yo miro hacia mi interior y me imagino a los átomos como esferas brillantes que se mueven flotando y girando hasta que consiguen alinearse como los planetas alrededor del sol. 

Las sesiones, una cada tres semanas, duran 60 minutos y son completamente indoloras.

En cuanto a los resultados, en mi caso tuve 700 neutrófilos entre la quimio 1 y la 2 (sin bioenergía) y 1.600 entre la 2 y la 3. Elena, otra guerrera bioenergética, consiguió después de tres sesiones sus primeros análisis impecables (ni un sólo asterisco) desde que empezó su segundo tratamiento de quimio hace un año.  

No se si habré conseguido hacerme entender en este post porque la ciencia no es lo mio, pero para los interesados hay mucha información en internet.

Yo me voy a preparar porque hoy tengo mi tercera sesión.