martes, 19 de septiembre de 2017

DES-PA-CI-TO

Estoy pasando los peores días desde que el cáncer llamo a mi puerta.

Me operaron del derrame pleural el miércoles 6 de septiembre. Todo fue bien. Me sacaron un litro de líquido. Y yo me pregunto ¿cómo se puede sacar tanto de un pulmón tan pequeño??? No lo sé, pero eso es lo que dice el informe. 

La cirugía es relativamente rápida y sencilla. Entran por un costado, te aspiran el líquido, te talcan la pleura a modo de soldadura y te ponen un drenaje un par de días.

Hasta ahí todo bien.

Lo que nadie te cuenta es lo doloroso que es el postoperatorio. Los que más o menos me conocéis y me leéis sabéis que soy de fácil recuperación y que me quejo bastante poco. Sirva como ejemplo la paella familiar que organizamos el año pasado tres días después de que me abrieran la cabeza. La gente pensaba que estaba loca. Jeje.

Pero superwoman es de carne y hueso y esto me ha superado con creces. Recordemos que vengo arrastrando una contractura desde hace algo más de un mes en el omoplato derecho. Si a esto le metes un litro de líquido en el pulmón del mismo lado se te forma un pedrusco en la caja torácica que "paqué". 

Estuve ingresada diez días. Salí del hospital más dolorida de lo que entré. Me duelen el cuello, la espalda, los pulmones… Duelen tanto que se me saltan las lágrimas, pataleo y grito por qué a mi, por qué a mi.

He ido a urgencias, casi pido cita con la unidad del dolor, he hablado con casi todos los oncólogos que me han atendido. Y todos dicen lo mismo: paciencia y unas buenas dosis de pastillas. Tomo tantas drogas que soy incapaz de estar activa como a mi me gusta. No estoy cómoda sentada ni tumbada ni de pie, no hago ejercicio, me falta el aire al caminar… y podría aburriros con mil dolencias más pero basta ya.

Vamos con las “buenas” noticias.

Se ha confirmado que mi derrame es metastásico, lo que me convierte en candidata a entrar en un ensayo clínico para probar un nuevo tratamiento de inmunoterapia que dura dos años.

Si nada se tuerce (aparte de mi columna), empezaré la próxima semana. Dicen que la inmunoterapia es el tratamiento del futuro.

Os informo en unos días en cuanto regrese del futuro después de mi primera sesión.

P.D. Se aceptan consejos sobre cómo acelerar la recuperación de una cirugía de pleura. Soy toda oídos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

DERRAME PLEURAL

Feo título para haber pasado más de un mes sin escribir, ¿no?

Antes de empezar quiero saludaros de nuevo. Espero que todos hayáis pasado un buen verano relajados y descansando.

Yo lo he intentado. 

Me he ido unos días (muchos) a #milugarenelmundo. Terminé las 25 sesiones de radio y salí por patas de Madrid. No quería ver un hospital ni en pintura.

La radio es más puñetera de lo que parece. Cuando te la están dando no duele. Las sesiones son rápidas y te entretienes restando las ya has pasado y contando las que te quedan.

Pero pasados unos días te duele todo, especialmente si te han irradiado la zona dos veces como es mi caso.

Fue poner el pie en la playa y la contractura de la espalda empezó a dolerme como nunca. Era un pinchazo constante de esos que te recuerdan a un dolor de muelas o de oídos. Una pesadilla. Me harté de tomar calmantes y antiinflamatorios. Fui al fisio, al osteópata e incluso a acupuntura. Nada. El dolor no se iba. Tenía muy claro de dónde venía porque la contractura que tenía a la altura del omoplato era tan grande que se notaba a simple vista, sin necesidad de tocar.

Por fin un día me decidí y fui a urgencias al hospital. Me hicieron una placa de tórax y no vieron nada. Diagnóstico: contractura muscular y de la caja torácica en general producidas por la radioterapia.

Pasé las vacaciones con mis más y mis menos, pero al volver me dio un dolor tan fuerte en la espalda que se me saltaban las lágrimas. Esta vez era distinto. Era más intenso y en la zona media-baja. Otra vez a urgencias. Esta vez el diagnóstico fue muy claro: derrame pleural derecho.



Ese mismo día fui a ver a mi oncólogo. Estaba muy asustada. Me mandó ingresar de inmediato para drenar el derrame y ver lo que hay debajo del líquido.

Y aquí llevo 3 días esperando. Me tienen que “colar” en un quirófano porque mi cirugía no estaba programada. Ingresé el jueves por la noche, el viernes me hicieron otra placa para reconfirmar y luego llegó el fin de semana. 

Y así, entre pitos y flautas, pasan los días en la habitación 305 de oncología del hospital Gregorio Marañón.


Seguiremos informando. A bientot!