lunes, 31 de octubre de 2016

DIAGNÓSTICO: METÁSTASIS CEREBRAL

Suena tan fuerte el título que me parece imposible que me haya pasado.
Hace poco más de una semana me enteré. Así, de golpe y porrazo, sin ni siquiera haberseme pasado por la cabeza. Las sombras de la recidiva y la metástasis siempre planean sobre una enferma de cáncer como yo. Pero una piensa en huesos, hígado o pulmón. El cerebro parece cosa de otra dimensión.

Hacía un par de meses que tenía ligeras molestias en la visión de vez en cuando (lucecitas de colores que duraban un par de minutos). Hice lo correcto y fui al oftalmólogo. Me diagnosticaron migrañas oftálmicas con aura. No tenía ni idea de lo que era eso, pero aparentemente es algo muy normal. La única instrucción que recibí fue la de acudir al neurólogo si notaba dolores de cabeza fuertes y la cosa empeoraba.

Y así fue.

Cuando los dolores de cabeza empezaron fui a la consulta de la neuróloga Marta Ochoa y enseguida me mandó una resonancia de cráneo. Muy comprensible teniendo en cuenta mi historial.

Pensé que no iba a ser nada, ya que tenía un PET TAC del mes de julio con unos resultados inmejorables. Le mandé un mail a mi oncólogo y coincidió con la Dra. Ochoa. Necesitábamos una reso para descartar.

- Pero ¿qué pasa con el PET TAC que ya tengo?
- Luz, esa prueba no es determinante para descartar lesiones en el cerebro.

TOOOOOOOOOOOOMA BOMBAAAAAZO INFORMATIVO

El pasado jueves 20 de octubre entré en la maldita máquina. Se veía una inflamación, pero no se sabía lo que era. Teníamos que esperar unas horas. 
El viernes 21 a las 1530 me dieron el diagnóstico: metástasis cerebral de 3 cm única y diferenciada. Había que operar de inmediato. 
El lunes 24 ingresé de urgencia en el Hospital HM Móstoles para el preoperatorio y el martes 25 me abrieron el cráneo para sacar el tumor.



Todo salió perfecto y así consta en la reso de control posterior a la cirugía. El bicho salió todo, enterito y sin contratiempos. Un día en la UCI, dos en planta y a casa.

El postoperatorio no me está generando problemas. No tengo dolores, no hay sangrado y prácticamente hago vida normal. He perdido campo de visión porque el tumor me estaba presionando y tengo molestias al leer y al escribir. Pero dijo uno del equipo de neurocirugía que todo volvería a su sitio, así que es cuestión de un poquito de paciencia.

Así de intensa fue mi semana. De repente todo se da la vuelta y pasas de ser una enferma en remisión a una en estadio 4.

La vida se me pasó por la mente a toda velocidad. Pasado, presente y un futuro incierto. Lo quería vivir todo. Deseaba más que nunca estar con Isam, perdonarnos los errores cometidos, seguir queriéndonos siempre y disfrutar del mejor regalo que nos ha hecho la vida: nuestra hija. 

Al igual que Neruda escribí los textos más tristes esa noche. Disculpadme si algún te quiero se quedó en el tintero.  Fueron tantos que no llevé la cuenta.

Un gran rincón de mi corazón se lo guardo a todos los médicos que han estado pendientes de mi en todo momento y que han hecho posible que todas las pruebas y la cirugía se hagan en tiempo récord.

A Nuria y a Gelo, por darme soporte profesional y humano desde el primer momento.
A la Dra. Marta Ochoa, por su profesionalidad, su celeridad y su calidez humana.
A todo el equipo de radiología, en especial a mi amigo Fernando al que admiro y adoro.
Al personal de neurocirugía, el Dr. Diamantopoulos y su equipo (gracias Sara).
A Charo, a quien no conozco personalmente pero que siempre me tiende su mano.
Y como no, a mi oncólogo el Dr. Martín, porque siempre está a nuestro lado para atendernos.

A mi marido, al que quiero por encima de todas las cosas.
Familia y amigos. Siempre a mi lado. Siempre.
Una dedicatoria especial para mi suegra que no dudó ni un minuto a la hora de cruzar el charco para acompañarnos. Gracias Elsa.

Aún queda camino por recorrer. Esta semana toca oncólogo para definir los próximos pasos  (radio, estudio de extensión...). Queda recoger la anatomía patológica, quitarme las grapas de la cabeza y tratar de volver pasito a pasito a la normalidad.

Quiero vivir.

viernes, 21 de octubre de 2016

I WILL SURVIVE

Me acaban de diagnosticar metástasis en el cerebro. No se muy bien como se come esto, pero parece que encima me tengo que alegrar porque está muy bien localizado y se puede operar.

No tengo mucho más que añadir, sólo que una vez más voy a ir a por todas.

Hace cinco días bailaba esta canción con las princesas guerreras. 

Hoy la canto más fuerte que nunca.


Nos vemos al salir del quirófano.

domingo, 2 de octubre de 2016

LA GUINDA DEL PASTEL

Estoy de estreno. Tengo pezón nuevo. 

Después de dos años de espera por fin puedo mirarme al espejo.  

Hace tres semanas pasé de nuevo por quirófano. Esta vez fue para reconstruirme el pezón que me faltaba desde que en noviembre de 2014 me quitaran el pecho derecho. 

Cuando te hacen una mastectomía radical no sólo te quitan el tejido mamario que tiene el tumor, sino también el CAP (complejo areola pezón) por si hay infiltración de células cancerígenas. 

Después de la mutilación hay que esperar a que el pecho operado sane por completo antes de reconstruir el CAP. El tiempo de sanación varía mucho dependiendo de cada persona, pero suele ser de 3 a 4 meses después de la reconstrucción mamaria. En mi caso han sido dos largos años, porque la recidiva del pasado mes de enero dejó todos mis planes en stand by.

Existen distintas formas de reconstrucción del CAP. Yo escogí la técnica del injerto que consiste en sacar piel de la ingle y "coserla" a modo de areola en la mama operada. La piel de la ingle, por lo general, tiene un color más oscuro que la del resto del cuerpo y está en una zona muy discreta donde la cicatriz es apenas visible. El pezón (la "bolita" o "botón") se crea con piel sobrante del propio pecho o con la extraída de la ingle. 

Es una cirugía ambulatoria sin riesgo y con pocas molestias salvo los pinchazos de la anestesia. El post operatorio tampoco tiene mayor complicación. Se puede hacer vida normal desde el momento en el que sales del quirófano, aunque hay que tener mucho cuidado con los roces y los tirones en la ingle.

El tatuaje es otra forma de reconstrucción que evita cirugías y cicatrices. Me he informado bastante sobre el tema y los resultados son increíbles. Existen auténticos maestros del tatuaje del CAP que mediante efectos 3D consiguen pezones tan reales como los originales.

Aquí dejo unos vídeos interesantes para las que quieran volver a tener un pezón sin pasar por el quirófano. No es un proceso barato, pero en algunos hospitales como el de Torrejón en Madrid está cubierto por la sanidad pública.

https://www.youtube.com/watch?v=SHvOGPs7104
https://www.youtube.com/watch?v=9vrmdb5Nsq4
https://www.youtube.com/watch?v=BoRAv55GNPk

La reconstrucción del CAP es el final de un largo y doloroso camino. Es la puerta a la normalidad. Es la guinda del pastel.