domingo, 29 de mayo de 2016

tic... TAC

"Sin evidencia de recidiva tumoral".

Así de bonita es la frase con la que termina el informe de mi último TAC. 

Fui a recoger los resultados a la consulta del oncólogo el viernes pasado. Estaba temblando. En el fondo sabía que era muy difícil que encontraran algo nuevo sospechoso porque el tratamiento estaba funcionando y tenía un TAC de marzo que lo confirmaba, pero a pesar de todo tenía miedo. Tanto que al entrar no saludé al Dr. Martín con los dos besos de costumbre, sino que fui directa al grano: 

- Bueno, ¿qué?  
- ¿Qué de qué?
- El TAC que me hice el miércoles. ¿Qué ha pasado?
- ¿Qué TAC? No me acordaba que tenías un TAC. Espera, que lo miro.

Tic... TAC... tic... TAC...

- Estás muy serio. No me gusta tu cara.
- ¿Qué cara? 
- La que pones mientras lees. ¿Pasa algo?
- Nada, estoy leyendo el informe. Ahora te lo imprimo.
- ¿Y qué dice?
- Pues qué va a decir, que todo bien. Yo ya lo sabía. El TAC no me preocupaba nada. Te he citado para decirte que he hablado con el gineoncólogo que te va a operar y te van a llamar para darte cita.
- ¿Me operan ya? ¡Qué bien!
- No, no, ni hablar. No te puedes operar todavía después de lo que te pasó con la última quimio. Hay que esperar unas semanas. Tuviste una trombopenia severa y tu médula estaba casi inactiva, como para un trasplante.
- ¿Me van a dar más quimio después de la cirugía?

La respuesta fue que todo dependerá de la anatomía patológica de los ganglios que saquen de la axila. Si hay restos de células tumorales entonces me enchufan de nuevo. Si está todo limpio pasaré directamente a la radioterapia en el cuello.

A partir de ese momento dejé de escuchar. Sólo pensaba en que todo estaba bien, en que el pelo va a empezar a crecer, en que voy a ir recuperando fuerzas poco a poco, en que quiero empezar a hacer ejercicio otra vez, en que estoy deseando ir a la playa...

Cada día que pasa falta menos para sacar al bicho y aunque, aún queda un largo camino, ya empiezo a vislumbrar la meta.

tic... tac.. tic... tac...


viernes, 20 de mayo de 2016

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

No se si la cal es lo bueno y la arena lo malo o viceversa, pero se que todo me tiene que tocar a mi.

Hoy he ido al oncólogo por primera vez después de mi episodio de déficit de neutrófilos, plaquetas, hemoglobina y creo que neuronas.

A primera hora de la mañana me he hecho la analítica de rigor. Después he ido a la consulta sin demasiadas expectativas. Cuando salí del hospital tenía algunos valores tan bajos que me parecía imposible que en una semana se pudieran recuperar. Pero ahí estaba el resultado:

Neutrófilos = 2.900 (llegué a tenerlos en 10) 😱😱😱

Hemoglobina = 10.1 (durante el ingreso en el hospital me bajó a 7).

Plaquetas = 123.000 (hace una semana no subían de 33.000).

Estaba preparada para la quimio number five.

"No te la voy a dar. Vamos a operar".

¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¡Qué bien!

El doctor Martín me ha explicado que quiere sacar el tumor para ver si quedan restos de células cancerígenas y, en función del resultado de la anatomía patológica, me dará una sesión o dos más de quimio.

Vacaciones para mi cuerpo. No más toxicidad por unas semanas. Voy a recuperar fuerzas y volver a hacer deporte.

Lo que me ha pasado por la tarde ya es otra película y se titula faringitis. ¡Sí señor!, no he podido disfrutar ni 24 horas de las buenas noticias. No hay descanso para este cuerpecito de escasos 152 cm y 47 kg.

Así que ya véis, una de cal y otra de arena. ¿Cuál es cuál?

jueves, 12 de mayo de 2016

TRATAMIENTO DE UNA RECIDIVA. CAPÍTULO 4: TROMBOCITOPENIA


Estos días mis plaquetas y yo estamos en un tira y afloja. Ellas empeñadas en no moverse de su sitio y yo incubándolas con mucho cariño a ver si se multiplican y me dejan irme a casa.

Y es que sigo en el hospital. Los motivos que me trajeron aquí ya están más que resueltos: mis neutrófilos están en 2 mil y pico y la hemoglobina por encima de 9. Lo que ahora me tiene loca son las plaquetas. Ni siquiera la transfusión que me hicieron hace una semana ha servido para ponerlas en su sitio.

Cuando ya creí que me iban a dar el alta me dijeron que tenía trombocitopenia:

La trombocitopenia es cualquier situación de disminución de la cantidad de plaquetas circulantes en el torrente sanguíneo por debajo de los niveles normales, es decir, con un recuento plaquetario inferior a 100.000/mm³. En términos generales, los valores normales se ubican entre 150.000/mm³ y 450.000/mm³ plaquetas por milímetro cúbico.

Todas las mañanas me sacan sangre a las 6 de la mañana. Desde ese momento espero ansiosa a la doctora para ver si me da buenas noticias. Desde que me dijeron que me tenía que quedar ingresada mis plaquetas han evolucionado a peor: 

- Domingo: 39.000 
- Lunes: 30.000 
- Martes: 27.000 
- Miércoles: 35.000 
- Hoy jueves: 33.000

Lamentablemente no se puede hacer nada salvo esperar. La bajada de plaquetas es un claro efecto secundario de la quimioterapia. Mi médula está vagueando, no tiene ganas de ponerse en marcha por el momento. 

Pero no voy a cejar en el empeño a ver si dándole cariño y descansando en la cama del hospital decide volver a la actividad.




sábado, 7 de mayo de 2016

#otravezenlaceldadeaislamiento

Casi dos años después se repite la jugada. Otra vez estoy ingresada por neutropenia.

Todo empezó la tarde del miércoles 4 cuando de repente me sentí más cansada de lo normal. Me tumbé en el sofá a descansar y cuando ya me creí recuperada salí a dar un paseo. Creo que eso me pasó factura porque llegué a casa con tanta fatiga que ya no me levanté más.

Sobre las 10 de la noche me di un baño pensando que una buena inmersión rebosante de agua caliente me curaría. Qué equivocada estaba.

A las 3 de la mañana me desperté con un dolor insoportable en la boca del estómago. Era la acidez esa que me viene molestando todo el tratamiento llevada al extremo. Estaba nerviosa, no para de hiperventilar y llorar diciéndole a mi marido "no puedo, no puedo". Nos asustamos tanto que llamamos al oncólogo de guardia. Nos sugirió probar con un omeprazol a ver si se me pasaba y si no ir a urgencias.

A las 04.30 nos metimos en el coche y nos fuimos a Sanchinarro. Estaba tan débil que tuve que ir tumbada en el asiento de atrás. Al llegar al hospital me inyectaron paracetamol, omeprazol, buscapina y me sacaron sangre. Por fin conseguí relajarme y descansar un poco. Cuando ya pensábamos que lo peor había pasado y que podíamos irnos a casa llegaron los resultados de la analítica: neutrófilos 30 + hemoglobina 8.5 = TE QUEDAS.

Me ingresaron esa misma madrugada y me pusieron en aislamiento donde llevo ya casi tres días en los que he ido mejorando tanto que si fuera por mi me iría a casa ahora mismo. El jueves por la noche tuve un pico de fiebre y otra bajada de hemoglobina (7.5), así que me hicieron una transfusión y me pautaron antibiótico por si había infección. El subidón que te da la sangre nueva sólo lo sabe el que ha pasado por esto. De repente vuelve el color a tu cara, las mejillas se sonrojan, las piernas te responden y caminan, tu cuerpo deja de temblar y vuelves a ser persona.

Me quedo con lo bueno que dijo mi oncólogo: "la neutropenia se asocia con mejor respuesta antitumoral. Ten fuerzas".