miércoles, 29 de junio de 2016

QUIEN RÍE EL ÚLTIMO RÍE MEJOR

El acrónimo NED, NO EVIDENCE OF DISEASE (sin evidencia de enfermedad), lo aprendí en un grupo de facebook donde mujeres de todo el mundo que están luchando contra un cáncer de mama triple negativo comparten experiencias y sentimientos.


Es ahí donde he leido muchas historias como la mía con final feliz.

Hoy he ido al oncólogo, mi querido Doctor Martín, y me ha reconfirmado los resultados de la anatomía patológica tras la operación: NED NED NED NED NED. 

Ya me lo había adelantado por teléfono la semana pasada, pero hasta que no he ido a hablar con él y he visto y leido el informe con mis propios ojos no me lo he terminado de creer. Gracias Doc.

Como soy una alumna muy aplicada y tengo la cabeza bastante organizada (creo), he ido a la consulta con toda mi batería de preguntas. La más importante de todas: ¿y ahora qué?

Ahora toca radio en la zona del cuello donde tenía uno de los ganglios afectados, PET TAC para confirmar que no quedan células malignas por el cuerpo, reconstrucción del pezón, analítica y TAC de seguimiento post radio... Y así hasta dentro de unos meses en que espero me den el alta para volver a hacer vida normal.

- Entonces, ¿estoy curada?
- Estás en remisión. No te puedo decir que estás curada hasta dentro de cuatro años.

Cuatro años no es nada. De momento estoy limpia y eso es lo que importa.

Te he ganado otra vez bicho. 
Te he aniquilado. 
Vete y no vuelvas. 
Y si lo haces te estaré esperando con toda la artillería disponible y con la fuerza que me da la experiencia.

Au revoir! A bientot!




miércoles, 22 de junio de 2016

LINFADENECTOMÍA AXILAR

Para testarudas yo.

Como ya he comentado, la fecha del 4 de julio para operarme me parecía muy tarde y me generaba muchísima ansiedad. Así que como el que la sigue la consigue, aquí estoy yo en mi habitación de la maternidad de O'donnel recién operada y más contenta que unas castañuelas.

La semana pasada me tomé unos días de vacaciones para desconectar y olvidarme del cáncer. Ni que decir tiene que no lo conseguí. Lo pasé muy bien y descansé mucho, pero la cabeza es la cabeza y como órgano regidor funciona por libre y hace lo que le da la gana.

No estaba tranquila del todo hasta que el jueves 16 me llamaron para decirme que por pesada habían decidido operarme el martes 21. Por fin pude soltar lastre y olvidarme del tema.

Ingresé el lunes por la tarde en el área de ginecología del Gregorio Marañón. Me sorprendió el trato tan humano y la calidez de todo el personal, desde la chica de admisión hasta las enfermeras y auxiliares de planta. Un diez.

Ingreso en el hospital. Preparada para la cirugía.

El martes a las 0815 bajé al quirófano. Visto y no visto. La cirugía duró menos de una hora y por supuesto yo no me enteré de nada. Me desperté sobre las 12 en la zona de reanimación. Estaba feliz por haberme operado y por la borrachera de la anestesia. Otra ovación para el personal de quirófano, en especial para Mayte. Gracias.

El cirujano que me abrió la axila, el doctor Lizarraga, lo hizo de maravilla porque no tengo dolor y puedo mover el brazo. Otro de diez. Profesional, amable, apuesto y buen cirujano. ¡Justo lo que necesitaba!

Recién operada. Con mi prima Teresa.
De momento el resultado es muy bueno: no se observa tumor a nivel macroscópico. Habrá que esperar unos días al informe del patólogo.

Gracias a todos los que habéis estado pendientes de mi cada minuto.  Esta pequeña victoria se la quiero dedicar Marta, a Alejandro y a sus parejas Roberto y Berta, grandes amigos que están pasando un momento difícil. Os quiero.

Seguiremos informando...

jueves, 16 de junio de 2016

CALMA CHICHA

La semana pasada las princesas guerreras recibimos un duro golpe. 

Marta, nuestra capitana, la que lleva el estandarte del grupo, nuestro ejemplo de fortaleza, fe y sentido del humor, fue diagnosticada de una recidiva. 

Enseguida hicimos piña alrededor de ella, nos reunimos y le dimos ese abrazo que todos necesitamos en los momentos difíciles para dar una buena zancada y seguir avanzando.

Por mi parte estas semanas están siendo de relativa calma. He pasado con éxito el preoperatorio y estoy esperando a que me llamen para darme cita para la cirugía.

La espera me genera bastante ansiedad, así que me he venido unos días a la playa a ver si desconectaba. Pero no lo consigo.

He estado haciendo averiguaciones y me han dicho que la operación está programada para el 4 de julio. ¡Horror! Eso son 9 semanas después de la última quimio. 

No puedo estar tanto tiempo sin tratamiento. Ya se que mi último TAC salió muy bien, pero el oncólogo insistió en que había que analizar lo que sacaran en la operación por si quedaban células   tumorales. En función del resultado de la anatomía patológica decidiría si darme más quimio o pasar directamente a la radio.

Y aquí estoy, sin una cosa y sin la otra, comiéndome el coco pensando que si ha quedado algo está teniendo tiempo más que suficiente para instalarse donde le resulte más cómodo y echar raíces.

No es sano darle tantas vueltas a la cabeza, ya lo se, pero no puedo evitarlo. Por eso he escrito a mi oncólogo contánle mis miedos. Si alguien me puede tranquilizar es él.

Y con esto y un bizcocho voy a disfrutar del sol y la playa. 

Pegada al móvil, por si llaman del hospital...