jueves, 3 de marzo de 2016

OTRA VEZ LOS MALDITOS NEUTRÓFILOS

Ha sido una semana interminable hasta que por fin me han dado la segunda quimio. Los chutes estaban pautados cada tres semanas y el primero fue el 4 de febrero (Día Mundial del Cáncer), así que el siguiente tocaba el 25, aunque el oncólogo me citó el 24.

Martes 23/2. Son las 7 de la mañana. ¡Arrrriba! Hoy toca analítica a las 8.

Miércoles 24/2. Visita al oncólogo para revisar los análisis. Suspenso. No tengo suficientes neutrófilos. Hay que ver la guerra que dan esos bichitos (como decía Pilar). El recuento es de 700 y necesito como mínimo 1000. Media vuelta y vuelva usted mañana.

Lo bueno buenísimo es que el doctor me tocó el bulto de la axila y se ha reducido. ¡La quimio está funcionando! Ha pasado de tener el tamaño de una nuez al de una almendra (las dos con cáscara).

Empiezo mi tratamiento de bioenergía o biofeedback para subir las defensas. Dedicaré un post a este tema tan interesante.

Jueves 25/2. Madrugón para ir a sacarme sangre otra vez y visita al Dr. Martín. Los neutrófilos han subido pero no lo suficiente. Ahora tengo 800. Parece que la curva de crecimiento va en aumento, así que a casa a descansar y volvemos a probar suerte el lunes.

Lunes 29/2. Se repite el esquema del jueves (analítica y onco). Más de lo mismo. Esta vez decide ir a lo seguro y me manda inyecciones Neupogen durante tres días empezando ese mismo día. 

A mandar. Me pincho lunes, martes y miércoles.

Jueves 3/3. Una clásica mañana en el hospital con la buena noticia de que mis neutrófilos están en 22.000!!!! Tan alto es el número que los del laboratorio se pusieron como locos a hacer otras pruebas para ver si tenía leucemia. Se tranquilizaron cuando hablaron con el doctor Martín y les dijo que me estaba pinchando Neupogen.

Una semana más tarde de lo previsto me estaban enchufando por segunda vez. ¡Qué alivio! 

Es curioso, al principio no quieres saber nada de la quimioterapia y una vez que empiezas no puedes vivir sin ella. Es un tratamiento muy fuerte, da mucho miedo y en el hospital de día te enfrentas a tu realidad: tienes cáncer. Todas las personas que están allí están pasando por lo mismo que tú y lo que ves no siempre es agradable. 

Esta semana de eterna espera he aprendido que cuando uno está enfermo no se pueden hacer planes a futuro. Hay que concentrarse en el presente y poner todas las energías en la curación. Desde que me pautaron el tratamiento estuve calculando a golpe de calendario cuando terminaría la quimio, cuando me operarían, cuando acabaría la radio... Qué bien, pensaba, para finales de julio está todo finiquitado y tengo el verano para recuperar fuerzas y volver a trabajar. 

Pero las cosas no siempre son sota, caballo y rey. Ahora el que manda es el oncólogo y esos neutrófilos que nos vuelven locos a todos.


6 comentarios:

  1. Hola bonita, soy tu frutera favorita. Te sigo por este medio, a modo de culebrón, que tienen final feliz aunque por el camino te hacen sufrir... ánimo y a por los bichos! un besazo.

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  2. Pasito a pasito, sin prisa pero hacia adelante😘😘😘😘

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  3. Mucho ánimo Luz!!!
    Arriba esa fuerza y ánimo.
    Muchos besos desde Asturias

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    ¡¡Un abrazo!!

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