DIARIO DE UNA RECIDIVA (1ª PARTE)

Podría ser el título de un nuevo blog, pero es la continuación de mi interminable historia.

En mi primer post de 2016 le pedí al nuevo año no recaer. Debe ser que escribí con renglones torcidos, porque la suerte no me ha acompañado.

Tenía mi tercera revisión el martes 12 de enero. Esta vez estaba muy tranquila. Tenía un buen presentimiento. Todo iba a ir bien. El cáncer ya era historia.

Me equivoqué.

• Domingo 10. Me rasqué la axila y noté un bulto redondo y duro. En el mismo lado en el que apareció el primer tumor. De golpe se me revolvió el estómago, la cabeza empezó a darme vueltas y el corazón me latía con tanta fuerza que creí que me iba a estallar. Una serie de imágenes se sucedieron a toda velocidad (biopsia, diagnóstico, quimioterapia, operación y CÁNCER, OTRA VEZ CÁNCER). Me asusté mucho y entre sollozos e hiperventilaciones conseguí llamar a Isam que estaba trabajando. Me tranquilizó como pudo y nos fuimos esa misma tarde al Hospital de Sanchinarro a que me hicieran una eco. Dio la casualidad de que mi amigo Fernando estaba de guardia en radiología.´Chicos, no me gusta lo que veo´. Otra vez esa frase. Otra vez después de 19 meses. ´Hay un ganglio inflamado. Míradlo, bordes poco definidos y muy oscuro. Hay que hacer una punción´. Lloré, lloré y lloré.

• Lunes 11. Estaba bloqueada, no podía pensar ni actuar ni tomar decisiones. Me fui a trabajar. Sabía que en la oficina estaría distraída y me sentiría segura. Isam tomó las riendas, llamó al hospital y organizó la cita con la oncóloga. 

• Martes 12. Entramos a la consulta de la Dra Estévez a las 13.40. Teníamos mala cara, estábamos tristes, compungidos. La doctora nos explicó las distintas posibilidades: una recivida local (en la axila), con más alcance (metástasis en otros órganos como pulmones, hígado o huesos) o incluso un nuevo cáncer (linfático, por ejemplo). Había que ponerse en marcha con las pruebas cuanto antes.

• Miércoles 13.
• 09.00 hrs: punción.
• 10.45 hrs. PET TAC

• Jueves 14.
• 10.00 hrs. Consulta con la ginecóloga / cirujana que me operó (Mercedes Herrero). La doctora tocó el ganglio y me explicó que estaba en el nivel 3 y que el vaciamiento axilar que me hicieron en 2014 fue de los dos primeros niveles. Aparte de eso dijo que había que esperar a los resultados de la punción.

• Martes 19. Consulta con la oncóloga. Confirmado: el bicho había vuelto. Los resultados del PET TAC eran excelentes, lo que quiere decir que está localizado en ese ganglio de la axila. 

Se trata de una recidiva local, que significa que el tumor reaparece en el mismo sitio o muy cerca del original. Es la menos mala de las recaídas, pero no por eso deja de ser una mierda. Estoy enfadada, rabiosa, triste y muy irritable. Pensaba que había pasado página, pero no hay tregua.  

La oncóloga va a intentar meterme en un ensayo clínico donde prueban nuevos medicamentos que se supone atacan directamente al foco del tumor. Y eso es lo que me mantiene esperanzada y con ganas de aplastar a la bestia de una vez por todas.