domingo, 28 de mayo de 2017

SE HACE CAMINO AL ANDAR



Estoy que no paro. Me he aficionado a las caminatas.

Mientras todos practican el deporte de moda, el running, yo me dedico a andar a paso ligero. Porque me gusta, porque es bueno para mis huesos y porque me ayuda a mantener al bicho a raya.

Todo empezó el pasado 13 de abril, semana santa. Estaba de "vacaciones"  intentando relajarme y no pensar. Sabía que tenía bicho otra vez y estaba furiosa.

Mucho.

Me tendrían que operar de nuevo y eso significaba, entre otras muchas cosas, tener que dejar mi entrenamiento de natación por lo menos durante un mes. Quitarme eso era como dejarme inmóvil y sin aliento. Voy tres veces a la semana a nadar con el club de nadadores del GO Fit y es mi vía de escape a tantas horas sin hacer otra cosa que ir de médico en médico.

Así que me puse las zapatillas y eché a andar. Rápido, porque si no no sirve para nada. Y noté como mi corazón latía con fuerza y como la rabia se iba con cada exhalación.

Y me sentí viva.

En ese momento tomé la decisión de hacer eso todos los días. Un poquito más rápido y más lejos cada día.

Cuando estoy triste, enfadada o cansada y no tengo ganas pienso: "bicho de mierda, si no te mato con quimio te mataré con oxígeno".

Entonces me pongo las zapatillas y sigo haciendo camino.


2 comentarios: