domingo, 22 de marzo de 2015

ZUMBA

Haz deporte, me dijo la oncóloga. Y yo, como soy muy obediente, voy tres o cuatro días a la semana al gimnasio.

Un día salía de clase de spinning medio muerta y pasé por una sala donde un montón de  chicas bailaban mientras una samba sonaba a todo volumen. Al frente, sobre una tarima, cadera va, cadera viene, un monitor negro guiaba los pasos.

"Aquí tengo que estar yo", pensé.

Dicho y hecho.

Ese día descubrí una nueva forma de hacer ejercicio. Para las que estén menos familiarizadas con el término zumba, se trata de moverse durante una hora a ritmo de salsa, bachata, samba o cualquier otra música con la que te deleite el monitor. El caso es bailar.

Desde entonces estoy enganchadísima y se lo recomiendo a todo el mundo. Saltas, mueves todo el cuerpo, sudas como un pollo y lo mejor de todo es que es tan divertido que lo haces casi sin darte cuenta.

No soy ni mucho menos una experta, sino todo lo contrario. Poco a poco voy mejorando mis dotes de bailarina y hasta he descubierto que mi cadera de madera puede separarse de mi columna y moverse de forma independiente.

Así, entre el mambo, el rock and roll y la bachata me olvido de todo y se me pasan más rápido estos días de espera antes de ir a por los resultados de todas mis pruebas.

Más noticias el próximo día 16. Hasta entonces ¡a bailar!

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