martes, 9 de diciembre de 2014

JAJAJAJAJAJA

Dicen que la cara es el espejo del alma. 

Si es así, nuestras almas hoy rebosaban alegría y emoción. Porque esta mañana he ido con las chicas a un taller de risoterapia

La risoterapia es mucho más que reirse. Son emociones, es soltar el cuerpo, liberar tensiones, moverse sin rumbo por una sala vacía, tocar al compañero, acariciarse, relajarse, aprender a confiar en el de al lado, gritar, jugar, bailar, saltar... Es como tener carta blanca para expresarse sin palabras. Porque hablar está prohibido.

Durante una hora y media hemos podido desconectar del exterior y dejar escapar lo mejor que llevamos dentro: la felicidad. Porque a pesar de estar pasando por uno de los momentos más difíciles de nuestras vidas somos felices simplemente por eso, por estar vivas. Y hoy lo hemos demostrado a carcajadas.

Cuando hemos terminado la sesión nos han preguntado como nos sentíamos. Había que definir en una o dos palabras nuestro estado de ánimo. Todas hemos coincidido: EMOCIÓN. 
Y además alegría, agradecimiento, amistad, apoyo, solidaridad, felicidad.

Hoy hemos aprendido la importancia de reir en grupo, de contagiarse de la energía positiva de los demás, de compartir emociones, de dejarse llevar y no pensar.  

Y además hemos encontrado nuestra canción y nuestro color: el verde esperanza.

Gracias a las chicas por estar a mi lado, por permitirme escribir este post en plural y expresar lo sentido en nombre de todas. 

Gracias una vez más a mi oncóloga Laura García Estévez por esta nueva iniciativa.

Y gracias infinitas a Ana, Ricardo y Conchi de la Fundación Diversión Solidaria y Risoterapia Madrid por hacernos llorar de risa.




1 comentario:

  1. Que bonito hacer el taller....pero tan bonito como eso es haberlo hechocon vosotras.Un beso Luz

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