viernes, 11 de noviembre de 2016

¿Y AHORA QUÉ? CAPECITABINA

Creo que por fin puedo respirar tranquila.

Han pasado más de dos semanas desde que me operaron de la metástasis. Me ha costado mucho asimilar lo que ha pasado y sobretodo darme cuenta de que esto no es el final, que todavía queda Luz para rato.

El cáncer de mama se convierte muchas veces en una carrera de obstáculos y según los sorteas vas desmitificando la enfermedad. Las quimios no tienen los efectos secundarios tan terribles que vemos a veces en las películas, la metástasis (palabra fea donde las haya) no es el fin del mundo, el cirujano no es ese señor con cara de malvado y bisturí en la mano que parece que te va a abrir por la mitad, sino un galán con bata verde que te saca el bicho de las entrañas mientras duermes plácidamente. Y así podría seguir y escribir un post entero.

Con esto no quiero decir que todo sea color de rosa y que el camino es fácil. Ni mucho menos. Cada prueba, cada analítica, cada visita al oncólogo te ponen los nervios a flor de piel y te generan tanta ansiedad que pierdes la noción de la realidad. Los diagnósticos y el tiempo que pasa hasta que empiezas un tratamiento se hacen eternos y muchas veces se necesita ayuda psicológica para asimilarlo y seguir adelante.

Los días posteriores a la operación de cráneo fueron completamente nulos para mi. No terminaba de creerme lo que había pasado. Fue todo tan rápido que no pude digerirlo y anduve como una autómata durante días. No pensaba, no actuaba. Me limitaba a estar. 

Fue después de la visita al oncólogo cuando empecé a ser consciente de lo que había pasado. El Dr. Martín me dijo que no había que preocuparse más de la cuenta. La metástasis había sido única y muy bien localizada y definida, por lo que pudieron sacarlo todo. 

Me planteó dos opciones: radiar el lecho del tumor (lo que según él podría provocarme daños neurológicos importantes) o tomar una quimio en pastillas que acabe con las células que puedan quedar en el cerebro y en el resto del cuerpo. Él se decantaba por la opción 2 sin dudarlo y yo, que tengo plena confianza en su criterio, le dije SÍ a todo.

Me recomendó hacer un PET TAC corporal antes de empezar el tratamiento por si había alguna lesión en hígado, pulmones, huesos y demás. Menuda semanita pasé hasta que me hice la prueba y me dieron los resultados. Estoy limpia.

Mañana empiezo a tomar capecitabina durante 6 meses. Un auténtico cóctel molotov con el que espero aniquilar a la bestia de una vez por todas.




Va por ustedes.

3 comentarios:

  1. No pierdas la esperanza. Yo también tuve un tumor triple negativo, en febrero hará 2 años del diagnóstico y por ahora bien. Pero el miedo no me abandona y más cuando leo o veo que alguna del club ha recaído. Hace poco leí una entrevista de una chica que lleva con un tumor triple negativo con metástasis en hígado y pulmon 7 años (la entrevista se llama: Las otras Bimbas Bosé). Así que animó, esto no es el final.

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  2. Hola, quería preguntarte cómo vas con el
    Xeloda
    Un abrazo y a seguir !

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    1. Hola Teresa. La verdad es que de momento bien. Noto un poco de cansancio y las manos y los pies muy sensibles, pero por lo demás bastante bien. Tú qué tal vas con la medicación?
      Un beso de guerrera

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