viernes, 4 de septiembre de 2015

RESACA VERANIEGA

Sol, playa, terrazas, piscina, familia, amigos. 

Con tantas distracciones estivales he tenido muy abandonado mi cuaderno de bitácora. Pero he vuelto y sigo contando mi historia para quien la quiera leer.

Recapitulemos...

El 7 de julio me hicieron una mastectomía preventiva en la mama izquierda. La cirugía consistió en abrir el pecho con la técnica de la T invertida (para mí parece más un ancla) para sacar el tejido mamario y poner una prótesis. En este tipo de cirugía también te quitan el pezón y luego te lo vuelven a poner (como si fuera una tapa).

Estas operaciones son complicadas de por sí, pero en mi caso se añadía el hecho de que había que reducir piel porque el pecho con el que venía de serie era más grande.


Así que salí del hospital llena de puntos. Todas las líneas discontinuas que se ven en la imagen de la izquierda eran costuras.

El cirujano me dijo que el pezón se podía llegar a morir y que en ese caso habría que reconstruirlo. Pensé que lo perdía, porque durante una semana se puso negro como el carbón. Pero se desescamó y volvió a aparecer rosita y redondito como siempre. Aunque al haber perdido las terminaciones nerviosas no responde a los estímulos frío-calor como los pezones normales. Siempre está igual.

Dos semanas despues de la operación me fui de vacaciones con los puntos aún puestos y llevando un sujetador de compresion que, además de oprimirme la zona pectoral, me hacía sudar como un pollo.

Pilar, la enfermera de Torrejón, me había explicado que los puntos de la T podían soltarse si los humedecía y que si la zona se infectaba se iba todo al garete. 

Así que busqué un cirujano de mama en mi querida Menorca y pedí cita para una cura a los pocos días de llegar. Muy optimista pensé que en la primera revisión me quitarían los puntos y saldría nadando de la clínica. Pero no. La cosa se complicó un poco y me tuvieron que volver a coser. Estuve más de dos semanas remojándome hasta la cintura y con mucho cuidado para que nadie me salpicara. 

Por suerte todo cicatrizó bien y la Dra. Beverly Prieto me quitó los puntos justo a tiempo para poder disfrutar del agua del mar que tanto me gusta y tan bien me sienta. Gracias Beverly. Ha sido una suerte encontrarte.
De vuelta a la rutina fui a ver a mi cirujano. La mama izquierda perfecta pero.... la prótesis de la derecha se ha encapsulado por la radioterapia y es posible que haya que cambiarla. 

Seguiremos informando.

1 comentario:

  1. Hola por aquí, Luz!

    Me alegro mucho que todo va saliendo paso a paso, es inevitable que haya algún que otro contratiempo, pero son cositas que tienen arreglo!

    Un beso!

    Maria

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