Feo título para haber pasado más de un mes sin escribir, ¿no?
Antes de empezar quiero saludaros de nuevo. Espero que todos
hayáis pasado un buen verano relajados y descansando.
Yo lo he intentado.
Me he ido unos días (muchos) a #milugarenelmundo.
Terminé las 25 sesiones de radio y salí por patas de Madrid. No quería ver un
hospital ni en pintura.
La radio es más puñetera de lo que parece. Cuando te la están
dando no duele. Las sesiones son rápidas y te entretienes restando las ya has
pasado y contando las que te quedan.
Pero pasados unos días te duele todo, especialmente si te
han irradiado la zona dos veces como es mi caso.
Fue poner el pie en la playa y la contractura de la espalda empezó
a dolerme como nunca. Era un pinchazo constante de esos que te recuerdan a un dolor
de muelas o de oídos. Una pesadilla. Me harté de tomar calmantes y antiinflamatorios.
Fui al fisio, al osteópata e incluso a acupuntura. Nada. El dolor no se iba. Tenía
muy claro de dónde venía porque la contractura que tenía a la altura del
omoplato era tan grande que se notaba a simple vista, sin necesidad de tocar.
Por fin un día me decidí y fui a urgencias al hospital. Me
hicieron una placa de tórax y no vieron nada. Diagnóstico: contractura muscular
y de la caja torácica en general producidas por la radioterapia.
Pasé las vacaciones con mis más y mis menos, pero al volver
me dio un dolor tan fuerte en la espalda que se me saltaban las lágrimas. Esta vez
era distinto. Era más intenso y en la zona media-baja. Otra vez a
urgencias. Esta vez el diagnóstico fue muy claro: derrame pleural derecho.
Ese mismo día fui a ver a mi oncólogo. Estaba muy asustada.
Me mandó ingresar de inmediato para drenar el derrame y ver lo que hay debajo
del líquido.
Y aquí llevo 3 días esperando. Me tienen que “colar” en un quirófano
porque mi cirugía no estaba programada. Ingresé el jueves por la noche, el
viernes me hicieron otra placa para reconfirmar y luego llegó el fin de semana.
Y así, entre pitos y flautas, pasan los días en la habitación 305 de oncología del
hospital Gregorio Marañón.
Seguiremos informando. A bientot!
Ay mi niña, a ver si acaba pronto este año horrible y puedes seguir adelante olvidándote de tanto peaje hospitalario. Un besazo y la próxima noticia toca que sea super buena!!!!
ResponderEliminar¡Ay ! Si un buen pedrusco te aliviara me iría a cabar al Trasvaal a pillar uno de muchos kilates, que tu lo vales.
ResponderEliminarHola como estas? Fuerte abrazo desde uruguay
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